sábado, 17 de octubre de 2020

Devolution: piegrande al ataque

En esta oportunidad comentaré la novela Devolution del autor norteamericano Max Brooxs.

Si bien el autor es famoso por su "Guerra Mundial Z" ya reseñada en este blog, lo cierto es que en esta oportunidad el objeto de la narración es menos sobrenatural y decididamente más realista, pese a que el ¿villano? sea piegrande.

El relato se basa en el diario de vida de Kate Holland, uno de los habitantes de Greenloop, una eco villa ultra tecnológica en las cercanías del volcán Rainier, a buena distancia de Seattle, alternado (marca de la casa) con  entrevistas a los que se hacen cargo del desenlace, conocido ya desde el principio de la novela. 

La narrativa es, al comienzo, más bien psicológica, exponiendo las debilidades y fortalezas personales de los habitantes de la villa, amén de la compleja trama social de ese pequeño mundo. Al poco andar, la erupción del volcán trastocará las vidas de los habitantes del lugar, que no estando preparados para el aislamiento resultante (dada la fragilidad de las tele-comunicaicones móviles) deben ajustarse con prisa y errores a los rigores de la verdadera auto suficiencia, de cara al invierno que se avecina.

Todo eso, que de por sí no sería poca cosa, no es más que el escenario para la verdadera amenaza, que poco a poco se revela: un grupo de piegrandes que, huyendo del volcán, también se encuentran aislados, faltos de alimentos y con el mismo imperativo brutal.

¡Sobrevivir!

El relato deviene, a partir de ese punto narrativo, por dos caminos; no del todo una historia de acción ni tampoco una narración psicológica, pese al personalísimo registro de Kate.

Por una parte, hay aquí un muy interesante desarrollo de personajes, centrados en Kate, según cómo los habitantes de la villa se adaptan (o no) a las nuevas circunstancias y cómo se descubren a sí mismos en la adversidad: Darwinismo destilado y en su estado puro.

Y como trasfondo y motivación de esa brusca evolución, el horror y la violencia cada vez más cruda de los ataques de las criaturas y la aguerrida defensa de los humanos, que irán echando mano del conocimiento cultural, la desesperación y su habilidad para contrarrestar, con trabajo en equipo y armas cada vez más eficaces, el músculo y la brutalidad de los sasquatch. Quiero hacer notar que no se trata de una novela gore: los ataques y la violencia se suceden en una escalada progresiva y con un detalle y realismo que no tienen nada de fantasía pues, por momentos, recuerdan otras obras literarias ambientadas en la prehistoria... o en emplazamientos sitiados en medio de una guerra.

Un relato absolutamente recomendable especialmente para los que creen que el ser humano domina la naturaleza.

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