Leer
La premisa del relato es sencilla: se produce una pandemia de zombis y los que aun no lo son deben tratar de sobrevivir como sea, sin contar con la infraestructura civilizada que rápidamente se cae a pedazos.
La verdad, más allá de la temática de zombis, que ya he tocado alguna vez en este blog, lo que me atrajo de esta serie fue el concepto de (con perdón, je) descomposición social que aborda. Si bien esto es típico de los relatos postapocalípticos, la perspectiva es personal, como en la ya revisada "La carretera" (The Road) de Cormac McCarthy, y a diferencia de aquella, asistimos al "proceso" desde su inicio.
Cuesta no sentir simpatía (y algo de rechazo) por estos pobres personajes que se aferran a su propia supervivencia, sacrificando el tejido de la sociedad hebra por hebra y, de paso, erosionando su humanidad que (suprema ironía) es lo único que mantiene cohesionado a un grupo y permite la resistencia organizada.
Un asco que nada tiene que ver con la podredumbre y lo muertos vivientes, sino con las gentes que, no estando muertas de cuerpo, inexorablemente llegan a estarlo de espíritu.
Y pronto el paisaje se llena de muertos vivientes... y de los zombis que los acechan.
Lectura muy recomendable, sobre todo para los que creen que las cosas no pueden empeorar después de un desastre...
Es un tema de lo más interesante, lástima que por su naturaleza gráfica no pueda disfrutar de los cómics. Al igual que bastantes (supongo que en tu Chile ocurre igual, ¡que al fin y al cabo no estamos lejos!) mis hermanos están enganchadísimos con la serie televisiva, cosa que yo no he logrado pues no la doblan y, aunque en la computadora tengo programas para leer los subtítulos con voces sintetizadas, los archivos de subtítulos no permiten especificar qué personaje habla, con lo que ya puedes imaginarte el engorro de una misma voz leyendo todo indistintamente cuando hay más de dos personajes discutiendo acaloradamente :D
ResponderEliminarQue yo recuerde, no sólo en este blog tocaste el tema de los zombies. Me acuerdo bien que en el 2012 con Forrajeo introdujiste zombies amenazantes y aprovechaste en las curiosidades a manifestar tu impacto ante lo que creías un género de mostrar podredumbre.
Hablando de aquella gran obra en la que a excepción de tu estilo no das mucho tiempo a que el jugador se recree en los detalles en razón de la amenaza que sobre él se sierne, el personaje es un malviviente cuyo humor, como el de muchas de tus obras, llega a seducir. Y aunque sea irónico por cómo eres (ni me importa decirte que no te lo tomes personalmente; eres inteligente y sabrás si hacerlo o no), aunque con el que más me identifique por sus quejas ante la vida es sea con el de Goteras y Macetas, los protagonistas resentidos o fracasados de varias de tus obras los creas muy bien. Me considero afortunado de no identificarme con el de Afuera, porque de llegar a eso me preocuparía:).
Ya para terminar, me alegro comprobar que tu blog no está muerto, y ya mismo lo agrego al lector RSS.
¡Un saludo del otro lado de la cordillera de Los Andes y ánimo para seguir escribiendo!
Fernando:
EliminarGracias por tu comentario, no respondí antes porque esta de finde ;-)
En efecto, he visitado el tema de los zombis antes (al punto que retroactivamente agregué un tag al uso en el blog) amén de los escenarios post apocalípticos (bis) pero no siempre está tan clara la reflexión sociólogica como en "The Walking Dead".
Sobre protagonistas "ácidos" en mis relatos interactivos... en efecto, parece que se me dan bien (y no me lo tomo mal, faltaría más). El de "Afuera" es caso aparte, yo tampoco me identifico con ese energúmeno (vaya si me costó escribirle) y me alegra que tu tampoco ;-)
A ver si este año mantengo más activo el blog: empezar es fácil, mantenerlo, cuesta un poco más.
Un saludo,
[INCANUS]