viernes, 24 de febrero de 2023

El talento de Mr. Ripley: ser o no ser

En esta oportunidad comentaré la novela "El talento de Mr. Ripley" ("The Talented Mr. Ripley"), primero de una serie de libros sobre Tom Ripley, escritos por la autora estadounidense Patricia Highsmith.

Al inicio del relato, Tom ha estado mal viviendo en Nueva York, entre trabajos breves y trapicheos varios, después de una infancia y adolescencia más bien desdichada en Boston: un huérfano allegado de su mezquina y más bien odiosa tía Dottie.

En la ciudad las cosas no van demasiado bien para Ripley hasta que, por un equívoco, el magnate naviero Herbert Greenleaf lo confunde con un compañero de estudios en Princeton de su hijo Richard, "Dickie" para sus amigos. Hete aquí que el señor Greenleaf ve con desesperación la vida disipada de su hijo en Italia y le pide ayuda a Tom para convencerlo de volver y hacerse cargo del negocio familiar.

La posibilidad de viajar a Europa, gastos a cargo de la fortuna Greenleaf, le parece a Tom una ocasión inmejorable para salir de su situación y construir, lejos de todo, un mejor y sobre todo más cómodo futuro.

Arrivando al pueblito de Mongibello, Ripley no tarda en insinuarse en la vida de "Dickie" y su amiga Marge, encandilado con el estilo de vida lujoso, epicúreo y ocioso de ese círculo social al que sabe que no pertenece...

..aún; Tom tiene bastante experiencia en ganarse la confianza de los demás para luego estafarlos, cosa que hacía a escala pequeña y mezquina en Nueva York. Es en procura de alejarse de su pasado, irónicamente, cuando despliega y acrecienta sus habilidades hasta límites insospechados, con el único norte de compartir y pronto hacerse de todo lo que el heredero Greenleaf posee.

En efecto, simular para engañar (a los demás y a sí mismo) es el talento de Tom Ripley, y él mismo lo confiesa en acaso el único momento honesto del personaje en todo el libro:

Dickie se sentó en un sillón de mimbre, con las piernas colgándole por encima de uno de los brazos.

–¡Cuéntame más cosas! – dijo sonriendo-. ¿A qué clase de trabajo te dedicas? Dijiste que tal vez buscarías un empleo.

–¿Por qué lo dices? ¿Es que tienes algo para mí?

–Me temo que no.

–Pues, puedo hacer varias cosas… de mayordomo, cuidar niños, llevar una contabilidad… Por desgracia tengo aptitud para los números. Por borracho que esté, siempre me doy cuenta cuando el camarero intenta estafarme. Sé falsificar firmas, pilotar un helicóptero, defenderme con los dados en la mano, hacerme pasar prácticamente por cualquier otra persona, cocinar… y montar un espectáculo para mí solo en un club nocturno cuando el animador de la casa está enfermo. ¿Hace falta que siga?

Tom tenía el cuerpo inclinado hacia adelante e iba contando sus habilidades con los dedos. No le hubiera resultado difícil seguir nombrándolas.

Hasta dónde está dispuesto a llegar Ripley en pos de sus objetivos y cómo resolverá los obstáculos que tenga por delante forman la parte central de este relato y evitaré revelarlo aquí.

Puedo decir, sí, que es una lectura envolvente y amena, con un ritmo suave, centrado en un excelente despliegue de caracterización de personajes, entre ellos ninguno como Tom, protagonista insalubre donde se los haya visto y sin embargo fascinante e irresistible, como quienes se topan con él podrán descubrir, más pronto o más tarde.

Las "aventuras" de Tom no terminan al final del libro y quienes lo deseen podrán asomarse a otros cuatro episodios de la vida de Ripley, para observar la creciente madurez y maestría de su modus operandi (cuando no vivendi).

Para quienes gustan de la novela de suspenso o bien el relato psicológico, hay pocos libros mejores que éste o los que le suceden y su lectura es grata de principio a fin... siempre y cuando uno no se cuestione demasiado por qué nos gusta tanto ver cómo hace Tom Ripley en esto de ser o no ser.

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