sábado, 30 de mayo de 2020

Gente casi perfecta: ni "Take On Me" ni "Mamma Mia!"

Tras larga y luenga ausencia, vuelvo a las letras y a este blog. Espero que esta vez la ausencia no vuelva a ser tan prolongada.

Aprovechando que estamos en tiempo de pandemia y aislamiento, comentaré una obra de ensayo que trata de un grupo de países que han hecho del aislamiento un asunto cultural e histórico: "Gente casi perfecta" (The Almost Nearly Perfect People) del autor británico Michael Booth.

Si bien la obra publicada de este autor es más bien de periodismo culinario y de viaje, en esta ocasión se ha decidido a abordar lo que a nivel mundial se llama los países nórdicos, tras vivir quince años en uno de ellos... sin todavía acabar de entender qué pasa a su alrededor.

Es así que se embarca en un periplo de cuatro años por Dinamarca, Islandia, Noruega, Finlandia y Suecia, recorriendo no sólo el paisaje y las costumbres de las gentes, sino que revisando las historia (sobre todo los tres últimos siglos) y entrevistando a académicos, políticos, empresarios, gente de la calle, inmigrantes... en fin, los pueblos que, de manera concentrada y a ratos dispersa, configuran esa esquina del mundo.

Dejando lo meramente anecdótico, la narración y su temática atrapan y cautivan: la prosa es ágil e incisiva, con un humor más bien seco pero que intenta mantener cierta objetividad.. cosa nada fácil. A pesar de la cercanía, cada país es en verdad bien diferente a su vecino, particularmente en el devenir más reciente: el conformismo y apatía de los daneses, la irresponsabilidad financiera islandesa, el contraste entre el amor por el paisaje y la riqueza petrolífera noruegos, el machismo finés y el consumismo sueco.

En general, se trata de países cómodos para vivir, con buena educación, salud y seguridad social, siempre y cuando uno sepa lidiar con los elevados impuestos...

el clima...

la distancia...

el aislamiento social como modus vivendi...

...y el silencio: de las gentes, del paisaje, un silencio que resulta a ratos ensordecedor y agobiante para los que están hechos a otra cosa.

Quien esto escribe, que aunque chileno es a fin de cuentas de carácter y temperamento latino americano, si bien puede apreciar los beneficios de una sociedad y una vida más ordenada, le cuesta concebir la idea de vivir encerrado en sí mismo, en una cultura en que cada hogar (y a veces cada persona) es una isla. Quienes esto lean podrán apreciar (o no: a cada cual lo suyo, por supuesto) cuan difícil llega a ser la vida diaria en una cultura de altísimo contexto donde la comunicación es significativa, sí, pero escasa por superflua.

Libro muy recomendable para estos tiempos, especialmente para los que creen que el aislamiento es soportable con sólamente algo de entereza y recursos.