viernes, 30 de junio de 2023

Detective Heredia: misterio policial a la chilena

Como comenté en otro artículo, he iniciado la lectura de una serie de relatos de misterio policíaco de un autor de mi país, por lo que ahora haré aquí una breve reseña.

Se trata de la serie de novelas de misterio "Detective Heredia", del escritor chileno Ramón Díaz Eterovic. El protagonista es un detective privado que vive en Santiago, resolviendo habitualmente casos y cosas menores, empezando el primer episodio, "La Ciudad está triste" en plena dictadura militar.

Los eventos relatados involucran personas y personajes que, cuando no son históricos, corresponden a hechos u organizaciones que sí formaban parte de la realidad de Chile en aquel entonces, por lo que a lectores que sean mis compatriotas puede que estas historias les hagan (como a mí) un eco un tanto especial, pues si bien se trata de ficción literaria, lo es a medias.

Respecto de esto último, declaro aquí que, simpatías políticas o ideológicas aparte, intentar a estas alturas negar el terrorismo de estado chileno de aquel tiempo retratado en estas  novelas es, proverbialmente, tratar de tapar el sol con un dedo: el robo, los secuestros, la tortura, las desapariciones, los asesinatos y la mordaza a la justicia y los medios locales... incontables tropelías cometidas en nombre de la patria y la seguridad interior. Si el que yo escriba esto determina que algunos de mis lectores dejen de serlo, sepan que no voy a lamentarlo en demasía y tampoco voy a echarlos mucho de menos; en efecto, si van a juzgarme por, vamos a ver, "mi particular perspectiva", no tengo ningún problema en yo también emitir juicios como estos: viví en ese tiempo y mi memoria no es tan frágil, aunque la de otros sea más acomodaticia...

Heredia, pese a todo y a todos, intenta siempre resolver sus casos, obtenga o no justicia para sus clientes, por lo que no pocas veces ha de recurrir a sus aliados y amigos, fuera y dentro de la ley, para salir adelante con el pellejo no del todo intacto: es también, como tantos, víctima de la violencia represiva del estado, pero procura dar de lo que recibe y devolver la mano en la medida de sus posibilidades.

La prosa es amena, llena de humor e ironía. Los hechos son narrados en forma muy ágil y el autor  aprovecha nuestro particular léxico, incluyendo modismos que, conforme avanza la serie, se vuelven menos anacrónicos y algo más modernos, ya que las novelas (que no suelen extenderse mucho) van dejando al poco andar el siglo XX y se adentran en nuestros tiempos, incluyendo nuestra zigzagueante y amañada transición a la democracia.

¿Son estas novelas recomendables para lectores que no sean chilenos?

Habiendo leído no pocos relatos de misterio policial escritos en el así llamado español neutro, puedo asegurar que, vocabulario aparte, la serie se lee con agrado e interés; los detalles de ambientación "a la chilena" no hacen sino darle gracia a estas historias sin restar nada a la experiencia de lectura para cualquier persona interesada en el género. El autor no cae, en todo caso, en la tentación de hacer relatos herméticos o acaso panfletarios y los libros pueden disfrutarse sin necesidad de estar recurriendo a textos de historia o a la censurada prensa de la época.

Recomiendo así estas novelas policíacas con elementos históricos, cuya relevancia es mucho mayor, desde (no sólo) mi punto de vista, que la de una narración de misterio genérica. Ahora bien, si el lector es de los que no quiere que le recuerden cómo era (y es) Chile en tiempos no demasiado lejanos, su lectura va doblemente recomendada.

miércoles, 28 de junio de 2023

Sobre lecturas V: ocasión

Finalizando esta serie sobre la lectura, ahora trataré un asunto más bien espinudo que no es otro que la ocasión: cuándo y cómo llega quien esto escribe a la experiencia de la lectura. Como en el post previo, incluiré aquí algunos elementos de vivencia personal aunque con algo menos de cabreo que en el artículo anterior.

En mi caso personal, salvo la obligada "lectura forzada" por temas laborales, la mayor parte del tiempo leo literatura por el placer de poder hacerlo: buscando entretenimiento, para aprender sobre algún tema de interés o (no se rían) procurando un poco de ese a veces esquivo crecimiento personal.

Dicho esto, si bien la mayor parte de mis lecturas son por gusto, lo cierto es que no siempre esa lectura es a gusto.

¿Por qué?

Por el motivo más frecuente para cualquier persona que tenga algunas responsabilidades: poco tiempo disponible, lo que es mala cosa precisamente porque leer con algún grado de provecho requiere algo de tiempo dedicado a la lectura: no menos de media hora, en mi caso.

Así las cosas, en general acometo la lectura como y cuando puedo... y si el ánimo acompaña, que eso no siempre está provisto ni previsto.

Entre semana, las ocasiones de lectura tienden a ser de no más de 30 minutos por vez. Si se consigue contar con alguna de estas alternativas, el día se puede considerar como "bueno" en lo que a leer se refiere:

  • En el transporte público, con un ojo en lo leído y el otro en el  resto de los pasajeros, entre los cuales suele haber "amigos de lo ajeno".
  • También un poco después de almuerzo, si las demandas del trabajo permiten algo de lectura, ojalá con un café en un lugar tranquilo.
  • Al final del día, cuando la familia, "la cosa doméstica" o la pareja lo propician (o al menos no lo impiden) puedo disfrutar de un poco de lectura antes de que el sueño me derrote: antes podía dejar de dormir un poco con tal de leer algo; con más de 50 años a cuestas, ya no es así.

Los fines de semana, al contrario de lo que se podría suponer, el tiempo disponible es casi inexistente, toda vez que lo referido al último item y que no se pudo hacer de lunes a viernes deberá por fuerza hacerse en esos dos días, que se los hace rendir como si fueran tres; quienes hayan superado o estén entrando en la crianza temprana de niños sabrán perfectamente a qué me refiero.

No es un panorama muy alentador ¿verdad?

Sin embargo, esa ha sido mi realidad personal durante los últimos 15 años y aunque conforme los hijos crecen la cosa va mejorando un poco, la verdad es que nunca pareciera que hubiera tiempo suficiente para esto de la lectura.

Asunto aparte, por cierto, es mi ¿porfiada? escritura en estas páginas, para no hablar de la autoría de ficción interactiva, actividades ambas que ciertamente requieren de lo suyo en términos de tiempo para hacerse con un mínimo de provecho o calidad; que no siempre ambos.

Pero ¡qué le vamos hacer! yo no estaría verdaderamente contento o satisfecho, ni como autor ni como lector, si las cosas fueran de otro modo.

Concluye aquí este artículo y esta serie sobre la lectura. Quiera y pueda el lector reflexionar sobre su propia experiencia en esto de leer periódicamente, especialmente si, como yo, es asiduo a la literatura y no puede ni quiere dejar de serlo.

¡Hasta pronto!

lunes, 26 de junio de 2023

No está muerto lo que yace eternamente: vigésimoquinto episodio, segunda temporada

Este viernes apareció en línea el vigésimoquinto episodio de la segunda temporada de “No está muerto lo que yace eternamente”. Está disponible en el canal de Textualiza en Twitch y también en YouTube: Ruber Eaglenest y Jade nos traen en amena conversación... un episodio algo distinto a lo habitual.

Tratándose del final de esta temporada, este podcast es una suerte de especial de la aventura "Jack the Ripper" de la agrupación inglesa St Brides School, cuyo en vivo se inició en la emisión anterior.

En esta oportunidad, de la mano de Pedro "Rockersuke", asistimos a un fascinante (y envidiable) unboxing de una edición para coleccionistas del libro "50 years of text games": presentación de lujo, llena de detalles para los aficionados a las aventuras de texto.

Luego, nos asomamos a una compleja discusión sobre el periplo de St Brides School, como colectivo e individuos, donde "si les contara la mitad de lo que se ha dicho", no todo lo que se hacía eran aventuras conversacionales.

La mayor parte del episodio es la continuación en vivo de "Jack the Ripper", trabajo lleno de detalles y recovecos, que hay que verlo (como en este podcast) para creerlo, atendiendo a todo lo que pasa bajo ese título.

El temario (que no noticias) quedó disponible en YouTube y además fue publicado en el foro en español de Intfiction, así como en el foro del CAAD; no lo incluyo aquí por presiones de tiempo al momento de escribir este artículo.

Finaliza así la segunda temporada de uno de los mejores medios de charla y conversación para estar al día con la ficción interactiva: estaremos atentos a su regreso, al final de las vacaciones en Europa.

¡Hasta entonces!

domingo, 25 de junio de 2023

CAAD 60: publicado nuevo número del fanzine

Tengo el gusto de anunciar que ya está disponible en la web del CAAD un nuevo número del fanzine del CAAD.

En su modalidad ahora gratamente trimestral y manteniendo su línea editorial, podemos disfrutar e informarnos de los contenidos aventureros al uso de esta estupenda revista: noticias, anuncios de proyectos y análisis de trabajos interactivos.

De lo publicado sobresalen, entre otros artículos:

  • Una entrevista con David Jones, autor de la saga de Magic Knight.
  • Informes sobre dos recientes versiones de sus juegos, la de MSX de "Spellbound" y la de Atari Jaguar de "Stormbringer".
  • Un informe las aventuras que se realizaron en Yugoslavia cuando todavía existía como país...

Una vez más tenemos para nuestro goce una maravillosa edición, de calidad gráfica excelente, con todo lo que hace falta para adentrarse en lo que hay y está por venir en el mundo de la ficción interactiva.

sábado, 24 de junio de 2023

Series de artículos en El Escritorio

Los artículos publicados en el blog están agrupados en dos grandes categorías: algunos sobre literatura y otros relativos a la ficción interactiva.

Además, suelo incluir varias etiquetas adicionales para que el interesado pueda encontrar otros post relacionados con el tema de cada artículo.

Dicho eso, en algunas ocasiones he publicado series de varios post vinculados entre sí, ya sea porque tratan un tema demasiado extenso para exponer en un solo artículo, como la serie sobre la lectura, o bien porque cubren el desarrollo en el tiempo de alguna obra interactiva o de un evento asociado, como una competencia.

En atención a ello y para su mejor referencia, he agregado una etiqueta de Series del Blog a estos artículos; también  he creado el enlace "Series" en el recuadro "Secciones del Blog" que está en la parte superior del costado de la edición completa de este blog.

Así, estos artículos de "escritura seriada" quedan con un acceso más rápido para quienes estén interesados en su lectura.

¡Nos vemos!

viernes, 23 de junio de 2023

Sobre lecturas IV: medios

Continuando con esta serie sobre la lectura, en este artículo trataré de mi experiencia con los distintos medios de soporte que hacen posible la lectura; será probablemente el artículo más vivencial (y visceral) de esta serie y puede que esté entre los destacables del blog en ese aspecto más personal.

La verdad es que estas páginas comenzaron a publicarse cuando la única forma que yo tenía para acceder a la literatura era la impresa: pedía prestado o compraba el material de lectura que era de mi interés... cuando podía: en Chile comprar libros siempre ha sido un asunto complejo cuando no ruinoso, ya que la literatura (ficción, ensayo, educativa: todo cuanto se publica) paga impuestos: los materiales, la publicación y la venta. Curiosamente, irse al infierno, culturalmente hablando, es en mi país una actividad que aun sigue exenta de tasas...

Podrá imaginar el lector que en cuanto pude hacerlo comencé a comprar libros en el extranjero... y sobre aquello podría escribir un blog completo: los aspectos económicos del asunto, la logística sumamente dilatada pues las consultas de catálogo se hacían por correo tradicional (sin Internet) y sobre todo la espera para que llegaran los dichosos libros, un tiempo que a veces se hacía eterno:  los libros llegaban habitualmente al cabo de meses.

Una vez en casa, podía leerlos ¡por fin! a mis anchas. De hecho, a no ser por algún requerimiento educativo o académico, una vez tuve en mi poder la primera remesa decidí dejar de comprar libros en mi país: sencillamente, ya no valía la pena. No recuerdo haber sentido lástima por las librerías de mi ciudad porque, en mi experiencia mayoritaria entonces y a la fecha, esos locales eran atendidos (es un decir) por gente que no sabía leer mucho más que un recibo de compras o la etiqueta del precio.... pero eso da para otro artículo.

Ya entrando en la primera década de mi vida profesional, comencé a tener un acceso más frecuente a medios tecnológicos que me permitían leer libros electrónicos, pero el asunto aún tenía sus bemoles: la literatura en esos medios era fundamentalmente técnica y la lectura era un asunto obligado por razones de trabajo: "lectura forzada", cosa que en efecto existe y si la frase tiene ribetes de pena carcelaria es porque a veces se sentía de ese modo.

Por fin, allá por el 2011, comenzaron a aparecer los primeros dispositivos de lectura de e-books a precio razonable, al punto que pude comprar uno a mi gusto...

...y todo cambio en forma felizmente irreversible. Podía ahora comprar y acceder en forma muy económica (cuando no gratis) a cuanto libro fuera de mi interés, y pronto empecé a tener un colección virtual que superaba (y con mucho) a mi biblioteca "física".

Si el lector lo desea, puede conocer con pelos y señales mi periplo en esto de los e-readers, que en los últimos 20 años han sido mi medio preferente de lectura, por mil y un motivos prácticos.

¿Los libros impresos, la lectura en papel?

De vez en cuando vuelvo a ello, si el volumen lo amerita o siento nostalgia por alguna edición particular; a veces recibo (con mucho placer) libros de regalo o los compro si la ocasión (una feria, un viaje) lo amerita. En cuanto a eso que llaman "ir de compras" no hay nada que me guste más que visitar librerías... en el extranjero.

Y es que, a diferencia de lo que sigo viviendo acá en Chile, "allá afuera" aún saben ofrecer y vender libros, pues entienden que los libros son distintos a otras cosas que se compran también por necesidad; que tal he visto como se perpetra la venta de literatura en estos lares: equiparado un libro con una hamburguesa o un par de zapatos...

Si lo anterior se ha leido como una crítica a las librerías santiaguinas y su actitud de estulticia mercenaria para la venta de los libros, es sólo porque me he contenido. Entiendo perfectamente que la venta de libros sea un negocio complicado, máxime si los volúmenes son caros, pero me molesta la ignorancia compuesta con desidia en las librerías de mi ciudad, que no hace sino empeorar la experiencia del lector local en ciernes.

Llego así al final de este post, que no de la serie, la que ha de terminar en el próximo artículo, donde  referiré al delicado y acuciante tema de la ocasión: cuándo y cómo llega quien esto escribe a la experiencia de la lectura.

miércoles, 21 de junio de 2023

Sobre lecturas III: tipografías

Retomando la serie sobre la lectura, en este artículo trataré acerca mis preferencias en tipografías para leer textos literarios.

Para abrir el tema, aclaro que si bien esta sería en principio una consideración puramente estética, el paso del tiempo y la cantidad de libros y textos que he visto han hecho que tenga una importancia no menor en como asimilo y disfruto del acto de leer. Además, todo esto aplica cuando resulta posible escoger un estilo de letra, porque cuando el material es impreso quedamos sujetos a consideraciones editorales que no personales.

Más allá de la evolución técnica o estilístca, para mí la tipografía incide en cierta percepción de coherencia entre la forma de los textos y el tema o incluso la temporalidad de los hechos referidos:

  • Cuando se trata de eventos de data histórica no demasiado recientes, tiendo a preferir leerlos con un tipo serif como Times New Roman o, si puedo escoger, alguna de las derivadas de la  familia Palatino. Lo mismo me ocurre si voy a leer literatura de fantasía o de mitología. Los artículos de este blog se escriben y publican usando esa tipografía, al menos en la versión completa; la vista móvil es más bien variable.
  • Para leer textos más modernos, como ciencia ficción o algún tema de ensayo, tiendo a preferir tipografía sin serif y de trazo más "limpio", escogiendo en estos casos Verdana o Calibri.
  • En cuanto a los tipos de paso fijo como Courier o System los evito siempre que puedo: los he visto ya demasiado durante mis estudios y al mirarlos tiendo a evocar terminales con monitores monocromáticos, listados de código fuente, tablas de datos... una lectura absolutamente funcional y diametralmente opuesta a la literatura.
  • Las tipografias decorativas, de fantasía o las que emulan la letra manuscrita son para mí una curiosidad visual más relacionada con la publicidad o los cómics que con la literatura y no recuerdo haber leido ninguna obra literaria con semejante texto...

Muchas de estas preferencias podrían parecerles antojadizas al lector de este artículo, pero son (reitero) fruto de muchos años de leer no pocas obras sumamente diversas: los temas de mi preferencia son, en todo caso, fáciles de conocer mirando las reseñas aquí publicadas.

Existen en Internet múltiples páginas donde se puede visualizar un mismo texto con distintas tipografías, por lo que invito al lector a que haga el sencillo ejercicio de tomar alguna cita literaria de su gusto y ver cómo se siente su lectura con uno u otro tipo; puede que se lleve alguna sorpresa.

Finaliza así esta tercera entrada de esta serie. En el próximo artículo me referiré a los distintos medios de soporte que hacen posible la lectura.

¡Hasta la próxima!

domingo, 18 de junio de 2023

No está muerto lo que yace eternamente: vigésimocuarto episodio, segunda temporada

Este viernes apareció en línea el vigésimocuarto episodio de la segunda temporada de “No está muerto lo que yace eternamente”. Está disponible en el canal de Textualiza en Twitch y también en YouTube: Ruber Eaglenest y Jade nos traen en amena conversación las novedades de la escena de la ficción interactiva. 

En una modalidad ya habitual, en este epsiodio se jugó en directo a la aventura "Jack the Ripper" del colectivo inglés St Brides School.

En cuanto a las noticias, el temario quedó disponible en YouTube y además fue publicado en el foro en español de Intfiction, así como en el foro del CAAD; como de costumbre, los enlaces se pueden leer aquí desde ya:

                                        Una vez más podemos disfrutar con un excelente medio para estar al día de la actualidad (y el futuro) de este mundillo de la ficción interactiva.

                                        sábado, 17 de junio de 2023

                                        Sobre lecturas II: dialectos del español

                                        Continuando con esta serie sobre la lectura, en este artículo trataré de los dialectos o variantes del español que uno encuentra en literatura y cómo afectan la experiencia de leer.

                                        Comenzaré aclarando que cuando digo "español" uso la palabra que la mayoría toma para (polémicas aparte) referir al idioma español castellano; no aludiré aquí a alguna de las otras cuatro lenguas que se hablan en España y que ciertamente son idiomas españoles.

                                        Dicho esto, creo que el español y sus variantes merecen un comentario aparte en esto de la lectura, especialmente dado que me considero una persona hispano hablante y "sospecho" que la mayoría de mis lectores probablemente también lo sean.

                                        Sobre este particular, Wikipedia puntualiza lo siguiente:

                                        Es la segunda lengua más hablada del mundo por el número de hablantes nativos (475 millones aproximadamente​) tras el chino mandarín, y la tercera lengua tras el inglés y chino mandarín como lengua extranjera. Unos 496,6 millones de personas lo hablan como primera o segunda lengua con dominio nativo, alcanzando los 595,9 millones al incluir a los hablantes con competencia limitada, entre los que hay 23,7 millones de estudiantes.​ Así pues, puede ser considerado el tercer idioma en comunicación internacional tras el inglés y el francés.

                                        Así, decir que "no somos nada" o algún comentario soso al uso sería, además de falso, totalmente incorrecto: afirmar en cambio que "el español pesa lo suyo" sería una forma breve pero mucho más correcta y contundente de referir a todo lo que significa la cita de texto más arriba; en lo que ocupa a esta serie, el volumen literario disponible resulta a veces abrumador, tanto en obras traducidas como en "originales en español". Así, el lector de lengua castellana no está nunca falto de material para leer... ¿en español?

                                        Pues no exactamente.

                                        Revisemos que habitualmente las obras de ensayo o las obras traducidas al español suelen estar escritas en algo conocido como español neutro o internacional: una versión (digamos) mundial de nuestra lengua, apta para su consumo y entendimiento en cualquier parte donde se hable y se lea español...

                                        ...y cuya lectura puede ser todo lo interesante o sosa que el autor (o traductor) quiera o pueda conseguir. Yo mismo, tanto en la mayoría de mi obra interactiva como en este blog, tiendo a escribir en esta forma (con perdón) deslavada del español y si lo hago con mayor o menor gracia ya queda a juicio del lector.

                                        ¿Es esta modalidad genérica del español una mala lengua para lectura? Para nada: si el autor sabe escribir y sabe sobre lo que escribe puede comunicar y emocionar sin ninguna dificultad, llegando a un público tan amplio como lectores interesados en lectura en español existan: y no somos pocos, oiga.

                                        El único problema es que al escribir de esta guisa, el autor proveniente de una cultura hispana deja muda una parte muy importante de lo que lo hace único y diferente a otras tantas personas que comparten el oficio de crear literatura en nuestra lengua: está, por así decirlo, normalizado a una forma estandarizada de comunicación y su lectura puede que no sufra con ello, pero tampoco se enriquece con las mil y una aportaciones y (seamos justos) distorsiones que tanto colorean y dan gracia a la forma local que tenemos todos, según dónde estemos, de hablar y escribir en nuestro español.

                                        La literatura escrita según los dialectos locales del español es una fuente de conocimiento fascinante y absolutamente imprescindible a la hora de acercarse a una cultura ajena a la propia, más si cabe entre los que hablamos esta lengua.

                                        En mi caso particular, cuando leo algo escrito por un chileno y en chileno llego a un grado de comprensión e involucramiento con lo leido mucho más rápido, pues se trata de una lectura cercana, en un lenguaje familiar y hasta doméstico. Cuando el tema narrado me es personalmente más conocido, el provecho y el goce es tanto mayor.

                                        Como ejemplo de todo esto, hace poco reseñé una novela creada por un compatriota: una historia de misterio ambientada en la Roma de Nerón. Tratándose de una narración de época, estaba escrita en una prosa ausente de todo localismo de mi país: un relato muy interesante y hasta absorbente, por cierto, pero que podría haber sido de autoría de un escritor de cualquier nacionalidad: el origen del autor y su cultura nativa estaban completamente ausentes de la novela... cosa acertada dados el lugar y el tiempo de los hechos.

                                        Por otra parte, estos días estoy leyendo novelas de misterio policiaco de otro autor nacional: éstas están ambientadas en mi ciudad y en tiempos más recientes, con una prosa que aprovecha nuestro particular léxico santiaguino, amén de algunos modismos no del todo anacrónicos, pues los hechos relatados son de hace ya casi medio siglo. Ladrillazo personal por el paso del tiempo aparte, estoy disfrutando no poco con la historia y los personajes, pues todo ello resuena en mí con mayor fuerza que algo ocurrido en, bueno, otro continente y hace casi dos mil años, aunque... bueno, ya les contaré más en una futura reseña.

                                        Ahrora bien, cuando estoy leyendo algo escrito en otra variante del español, dejo atrás casi todo lo familiar y lo conocido y, a cambio, disfruto no poco con la maravilla y a veces el enredo de tratar de entender y hasta ver con otros ojos lo que ocurre a mi alrededor, asimilando y siendo asimilado, según se prolongue la lectura, a una forma de vivir y entender la realidad que es a la vez familiar y extraña, conocida pero nueva, similar pero distinta.

                                        Cito como ejemplo de esto otra reseña de un trabajo de ensayo biográfico escrito por un músico argentino, cuya voz personal, llena de giros y retruecos, está siempre presente en la prosa, describiendo realidades más cercanas en el tiempo y la distancia que, digamos, Roma imperial: se trata sin embargo de hechos vivenciales, que resultan más asimilables al estar mediados por la fascinación que se revela en el proceso vital y creativo de algo que creía conocer (música popular) en oposición a realidades del todo ajenas para mí: la vida y el trabajo de un artista.

                                        El provecho y el goce que estas lecturas me proporcionan, escritas en un lenguaje que es propio y a la vez ajeno, están fuera de toda proporción con lo breve de la experiencia o de lo trascendente (o no) del tema tratado.

                                        Concluye así el segundo artículo de esta serie. En el próximo episodio abordaré el curioso tema de la tipografía y las preferencias que quien esto escribe a desarrollado al respecto.

                                        ¡Nos vemos!

                                        miércoles, 14 de junio de 2023

                                        Sobre lecturas I: el lenguaje

                                        Parece un olvido más bien curioso, pero el hecho es que, siendo este un blog dedicado en buena medida a la lectura (interactiva o no) nunca me he referido aquí al acto de leer propiamente tal.

                                        Es este un asunto no menor, ya que la manera en que se lee incide en una proporción importante en cómo asumimos una obra, en forma a veces hasta independiente de la calidad de la literatura de lo que se lee. Seguro al lector del blog algunas de estas refexiones le harán sentido... y otras le llevarán a preguntarse qué es lo que pasaba por mi cabeza cuando escribí esto.

                                        Inicio entonces con este artículo una breve serie sobre la lectura y cómo ella cambia o se hace más o menos disfrutable para quien esto escribe, según cómo se aborda dicha lectura.

                                        Y para empezar, qué mejor que partir por el tema crucial de el lenguaje en que está escrito lo que vamos a leer.

                                        Para nadie que haya leído algunas de mis reseñas literarias será sorpresa el enterarse de que suelo alternar la lectura de literatura escrita en español con obras creadas en inglés. Claro está que, fuera del inglés, sólo leo en español, sea una obra original o traducida: mi educación tiene sus límites... y tanto más el tiempo del que dispongo para aprender otros idiomas.

                                        Dicho eso, mis motivos para leer literatura written in english son variados pero el principal es que, salvo en el caso de obras muy antiguas, en general las traducciones del inglés al español hacen flaco favor a la obra original, especialmente si ésta incluye términos cuya traducción es poco feliz cuando no imposible.

                                        Caso emblemático son las obras de J. R. R. Tolkien o de Frank Herbert, por poner ejemplos conocidos: sus libros están rebosantes de palabras nuevas o inventadas; vocablos que llevados al español quedan más o menos disminuidos de su significado cuando no mutilados en su sonido, pues en efecto las palabras y de hecho el sonido de los lenguajes tienen su propia "lectura mental" asociada al delicado tema de los fonemas. En poesía o canto épico, esta cuestión es de hecho insalvable... para las pocas veces, en mi caso, que he leído ese tipo de literatura.

                                        Traducciones aparte, está el aspecto de la conexión emocional con lo leído. Si bien mi dominio de la lengua inglesa es razonable, la verdad es que no soy de una cultura anglosajona y esto tiene mucho que ver en cómo siento lo que leo. 

                                        Hay tópicos o asuntos más bien universales o (por el contrario) tan ajenos a nuestra experiencia actual que su lectura, si la literatura es buena, producirá en mi un grado suficiente de involucramiento y de emotividad, independiente de si lo que leo está en español o no.

                                        Por otra parte, existen algunos temas relativos a la historia y a las costumbres que, cuanto más modernos o más cercanos a mi propia cultura, tienen mayor sentido y mejor experiencia si los leo en español... y por lo mismo otros asuntos, de otros tiempos y otras gentes que no eran hispanos o latinos no tendrán necesariamente el mismo eco en mí.

                                        Si el lector, tras leer este post, quiere ahora revisar las reseñas literarias a la fecha publicadas en este blog, seguro se llevará alguna sorpresa al intuir porqué escogí esas obras (y no otras similares) para comentarlas en estas páginas...

                                        Finaliza así esta primera entrada de esta serie. En el próximo artículo me referiré a los distintos idiomas o dialectos del español y el efecto que ello tiene en la lectura.

                                        ¡Hasta la próxima!

                                        martes, 6 de junio de 2023

                                        Rayuela Jam 2023: disponibles videos de la jam

                                        Nada más una breve nota para comentar que Textualiza ha publicado en Twitter y en YouTube una lista de todas las charlas y entrevistas del evento Rayuela Jam de este año.

                                        Se trata de un material muy recomendable tanto para los que estén interesados en la creación de ficción interactiva como para los aficionados en general.

                                        ¡Nos vemos!

                                        lunes, 5 de junio de 2023

                                        WikiCAAD está de vuelta

                                        Ayer se ha anunciado en la web del CAAD una estupenda noticia: ahora esta web tiene en línea una WikiCAAD.

                                        Con la baja de CAAD.es la antigua WikiCAAD estaba de momento disponible en modo archivo para consulta, pero ya no más para edición.

                                        Con este nueva extensión de la web del CAAD contamos nuevamente con la posibilidad de generar registros más permanentes y más indexados que lo que puede encontrarse en foros o en Discord, mecanismos muy útiles para lo cotidiano pero no siempre prácticos para encontrar una referencia más general.

                                        Como muy bien se explica en la noticia se (re)abre una provechosa posibilidad de documentación:

                                        Una Wiki dedicada al maravilloso mundo de las aventuras de texto, novelas visuales, videoaventuras, los juegos de rol, la literatura, etc. Un espacio vivo, que trata de fomentar la participación activa de todos los usuarios, brindando la oportunidad de compartir sus conocimientos, descubrimientos y perspectivas únicas. Cada artículo, cada contribución, cada edición es una pieza valiosa que enriquece la comunidad y ayuda a construir un recurso completo y dinámico.

                                        De momento, he dado de alta mi ficha de autor y la de mis trabajos individuales, reflejando también esta nueva documentación en mi página de ficción interactiva. Asimismo, he incorporado un enlace a la sección "Ficción interactiva" que se ve en el costado de la edición completa de este blog.

                                        Según lo permita el tiempo, y si no hay un conflicto de permisos o derechos, espero dar de alta otros artículos asociados al "glosario aventurero":  terminología asociada a la mecánica de juego, proceso y roles creativos amén de vocabulario aventurero en general.

                                        Una muy buena noticia con la que empezar esta semana, sin duda.



                                        jueves, 1 de junio de 2023

                                        Rayuela Jam 2023: 22 trabajos publicados

                                        Ha concluido el período de publicación de trabajos para la edición 2023 de la #RayuelaJam.

                                        La cosecha ha sido todo un record22 trabajos de relatos interactivos, entre ellos mi aporte "Reencuentro".

                                        Las votaciones en la jam en itch.io están abiertas sólo a los participantes y aquellos miembros de la comunidad que deseen colaborar como jurados; notar que sobre el tema de la votación en la página de la jam destacan lo siguiente:

                                        Es muy importante destacar que las votaciones no son lo realmente importante en esta gamejam. No hay ningún premio más allá del reconocimiento de la comunidad. Lo más valioso que van a recibir los participantes son los comentarios de jugadores y otros desarrolladores y que les deben servir para mejorar. Por favor, si te vas a tomar un tiempo para votar, deja también un comentario al creador con tu opinión y tus sugerencias si las tienes.

                                        Por ende, aunque no hayan participado con trabajos en la jam, se insta a los que lo deseen a dejar sus comentarios y apreciaciones en las páginas individuales de cada trabajo en itch.io, en el hilo de Rayuela de arena 2023 del foro en la web del CAAD o bien en su equivalente en Intfiction.org para consideración de los autores y la comunidad toda: que en esto de hacer ficción interactiva (como en muchas cosas) juntos es como se aprende y se mejora.

                                        Dicho eso, desde aquí felicitamos a todos los autores de estos "22 trabajos 22" e invitamos a quienes gustan del género a disfrutar de tan suculentos frutos.