lunes, 5 de septiembre de 2011

La Torre Oscura: Mago y Cristal

Tras las ya habituales interrupciones (otros libros que aun no comento por estos lares, la ficción interactiva, el trabajo, la vida), he terminado la lectura de "Mago y Cristal" (Wizard and Glass), el cuarto volumen de la serie "La Torre Oscura" (The Dark Tower) de Stephen King, que ahora paso a comentar.

Al comienzo de la narración, el ka-tet del pistolero ha logrado abandonar la ciudad de Lud, usando un medio de transporte que les permite cruzar las Tierras Baldías, territorio devastado por algo mucho peor que una guerra nuclear y de imposible travesía a pie.

Este medio de transporte, sin embargo, es producto de la tecnología del Pueblo Antiguo y, como todo en el mundo de Roland Deschain, ya no funciona exactamente como antes; los detalles, amable lector, los obtendrá usted, que no quiero yo arruinarle el gusto de conocerlos por sí mismo...

Superada esta prueba, los viajeros se encuentran con una versión de Kansas asolada por una peste: la supergripe, que devastó nuestro planeta en La danza de la muerte, una de las obras relacionadas con este ciclo narrativo. En el lugar, además, existe una "rajadura", una región semi translucida de la que emanan zumbidos y voces, en la que el tejido de la realidad se ha "adelgazado". Todo ello indica que se han alejado del camino del Haz y que deben de retomar el camino correcto hacia la Torre Oscura.

La ocasión es aprovechada por los viajeros para conocer más de la historia de su líder, el que pasa a narrarles un episodio de su vida que lo atormenta desde hace ya tiempo.

En este momento, y en la tradición de otros grandes relatos, nos encontramos con un "relato dentro del relato", el que concentrará la mayor parte de este volumen de la serie.

Nos enteramos así de que Roland, justo después de haber derrotado a Cort y haber adquirido el titulo de Pistolero, fue mandado por su padre junto con sus amigos Cuthbert y Alain (aun aprendices de Pistolero) a Mejis, un pueblo en Hambry al oeste de Gilead (pueblo natal de Roland).

Este viaje cumplía dos propósitos: ser alejado de su enemigo Marten (al menos por un tiempo) y descubrir (y luego desbaratar) una conspiración de los altos mandos de Hambry para ayudar a Jonh Farson, que intenta poner en marcha poderosas máquinas de guerra del Pueblo Antiguo. Roland conocerá aquí, además, a la que sería el amor de su vida: Susan Delgado.

Huelga decirlo, no todo en el pueblo de Mejis es lo que parece ("pueblo chico, infierno grande" como decimos en Chile) y el duro desenlace de estos acontecimientos marcará la vida de Roland...

Por supuesto, la historia del ka-tet del Pistolero no termina aún y será comentada pronto, cuando consiga (Vida Real de por medio) completar la lectura del quinto volumen de la serie, "Lobos del Calla" (Wolves of the Calla).

Hasta pronto...

1 comentario:

  1. Conocí al señor King hace un par de años --cuando me encontré con su primer número de la Torre Oscura en la biblioteca--, y venimos teniendo una relación bastante estable desde entonces. Esta misma tarde me he paseado con él por Chester's Mill (nuestro último paseo juntos por ese pueblo después de algo más de mil páginas) y estoy seguro de que pronto me lo encontraré por algún otro sitio. A veces sabe dar algo miedo, pero por lo demás, es un señor bastante agradable.

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