Continuando con las reseñas literarias de ficción, en esta oportunidad comentaré la novela "Los archivos de Van Helsing" del escritor español Xavier B. Fernández.
La narración comienza con la historia personal de Abraham Van Helsing, cuya infancia transcurre inocente y protegida, hasta que la persecución Nazi lo separa de su madre, de quien ha heredado el apellido. Acogido y cuidado por un sacerdote católico, Abraham abrazará la fe como jesuita, especializándose en psiquiatría y derecho.
Ya anciano, recibe en herencia de su bisabuelo un ingente archivo documental de diarios de vida y correspondencia, tanto de sus antepasados como de puño y letra de un personaje histórico del que ha corrido mucha tinta y sangre: Vlad Tepes, también conocido como "El Empalador", el hijo de Vlad Dracul, en rumano: Vlad Draculea... Drácula.
A partir de este punto, el relato alternará entre los apuntes del sacerdote y los extractos del archivo, donde conoceremos el periplo de "D." (como gusta de firmar) a lo largo de su vida: su exilio en cortes del Imperio otomano y luego su arduo ascenso al poder de su Rumania natal. Convencido de su superioridad, tomará mediante medidas crueles pero eficientes las riendas de los destinos de su gente y, deseando más del tiempo que el de una sola vida para llevar a cabo sus designios, andará el camino del vampirismo para poder vencer a la muerte.
Asistiremos entonces a varios episodios históricos de los que miembros de la familia Van Helsing darán cuenta en el archivo, en una larga lucha por evitar que "D." manipule a su antojo a los actores de la historia (grandes y pequeños) en su incansable intento de llevar el curso de los acontecimientos a su objetivo personal: gobernar y regirlo todo. De hecho, la novela epistolar "Conde Drácula", del escritor irlandés Bram Stoker, no es más que una escaramuza "moderna" de este tirano... pero no la última, ni la más reciente.
Y es que la historia personal del sacerdote, así como sus tempranas penas y desgracias, también forman parte de esta lucha familiar heredada; una lucha que el jesuita retoma, pese a que su fe tambalea ante tanta crueldad, miseria, codicia y vanidad humanas que ha presenciado, fuera y dentro de la iglesia, todo ello del todo aparte de las andanzas de su adversario de siglos.
Es precisamente esta perspectiva personal y sus reflexiones sobre la maldad humana las que aportan uno de los elementos cautivadores del relato ya que, si bien la naturaleza humana no cambia demasiado a lo largo de la historia, tal cual es vista por los Van Helsing, los medios con los que puede implementarse esa maldad van mudando y haciéndose más sutiles... lo que será una baza que "D." no dudará en utilizar, siempre en pos de sus sueños de megalomanía global, una meta que hace palidecer lo que alguna vez se conoció como destino manifiesto.
Si al lector le gusta el relato histórico o de vampiros, esta es una lectura sumamente recomendable por su nivel documental y la profundidad del desarrollo tanto de los acontecimientos como de los personajes.
Ahora bien, si el lector estima que esto de la maldad y su incidencia en la historia humana es cosa de opiniones, entonces el libro va especialmente recomendado.
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