lunes, 7 de febrero de 2011

E-books III: Dispositivos lectores

Continuando desde el artículo previo, pasamos a revisar una parte fundamental de esta serie: los dispositivos de lectura de libros electrónicos (técnicamente: e-readers de e-books).


Establezcamos, antes que nada, una premisa sencilla, sin la cual este artículo carecerá por completo de sentido: la mejor manera de leer un libro será siempre en papel encuadernado. Todo lo que estos dispositivos pueden pretender es hacer que la lectura casual o fortuita sea más fácil o práctica que andar con su equivalente en papel.

Sin embargo, proponer que uno de estos aparatos sea mejor o que sustituya la experiencia de la lectura del libro original, cuando conseguimos contar con un contexto de lectura profunda y no interrumpida... eso no. Jamás. Son demasiados los elementos (sensoriales y psicológicos) que acuden a la lectura tradicional (en oposición a la lectura al paso) como para plantear una sustitución: se trataría, pues, de un compromiso más bien resignado que de provecho pleno.

Seguramente, el paso del tiempo hará que esta posición parezca anacrónica o artística, pero las cosas aun son lo que son y no otra cosa en materia de libros. Dicho esto, distingamos dos tipos de dispositivos de lectura de libros electrónicos: dedicados y complementarios.

Dispositivo dedicado

Un e-reader es un dispositivo electrónico que reproduce los contenidos de libros electrónicos, con una calidad de lectura como en papel gracias a la tecnología de tinta electrónica. Suelen tener pantallas de un tamaño semejante o mayor que un libro de edición bolsillo, con muy buena respuesta a la luz ambiente y/o luz propia, una capacidad de memoria más que suficiente y baterías que funcionan no menos de una semana (leyendo al menos 4 horas al día) entre recargas.

Si usted es un purista de la lectura electrónica (una contradicción por donde se la vea, pero en fin) estos dispositivos proporcionan la manera más adecuada de leer libros electrónicos. Hoy por hoy, el mercado cuenta con varias decenas de posibles soluciones tecnológicas, pero las más destacables son el Reader de Sony, el Papyre de Grammata, el Kindle de Amazon.com y el Nook de Barnes & Noble. Hay para todos los bolsillos (del comprador habitual de libros, claro) y cada lector debe determinar cuál es el que más le conviene.

Un consejo: mientras más libro sea el dispositivo y menos sea otra cosa, mejor. De lo contrario estamos hablando de...

Dispositivo complementario

En este caso, hablamos de un dispositivo informático que cumple otras funciones, pero que además admite software para actuar como e-reader ...pero sin todas las prestaciones de un dispositivo dedicado: específicamente, ninguno de ellos soporta la tinta electrónica.

Dejando de lado los PC (de escritorio, laptops, notebooks, netbooks y tablets) que por sus dimensiones y peso no permiten la portabilidad requerida, el aparato que más se acerca al e-reader es un tablet de sistema operativo móvil, como el iPad o aPad afines. En estos tablet tenemos las características de tamaño de pantalla y peso requeridas en un e-reader, y con el software adecuado sin duda que podremos leer todo tipo de formatos de e-book.

Sin embargo, al carecer de tinta electrónica, la experiencia de lectura es más cansadora que un dispositivo dedicado. Por otro lado, si bien tienen toda la capacidad de memoria requerida, lo cierto es que los tablets cumplen muchas otras funciones complementarias de comunicaciones y multimedia, las que drenan su batería, limitando severamente su autonomía.
 

Por último, nos resta revisar las prestaciones de los teléfonos inteligentes. En este caso, las limitaciones de batería, por similares prestaciones de los tablets, se ven agravadas con el tamaño de la pantalla, que, en los modelos de alta gama, puede llegar a los 320 x 480 pixels, mientras que en modelos de gama media lo habitual es un tamaño de 240 x 320.

Y si hablamos de otros teléfonos - para - correo, es aun menor el espacio disponible para leer. Ni que decir tiene que, con pantallas pequeñas y sin tinta electrónica, la lectura es apenas posible, cuando no derechamente incómoda.

Por último, mi porfiado uso de dispositivos móviles PDAs para la lectura de e-books entra ya en el franco terreno de la obsolescencia...

El futuro

Conforme avancen las tecnologías en baterías, pantallas, procesadores y sistemas operativos, lo más probable es que todos estos dispositivos móviles converjan a una sola cosa, acaso con una geometría variable (no, no es ciencia ficción) que permita alternar entre diferentes usos.

Mientras tanto, habrá que seguir viendo, según nuestras po$ibilidades, cómo y cuándo leer, lo que se pueda y como se pueda...

7 comentarios:

  1. Pues no estoy de acuerdo en casi nada, querido Incanus.

    1º Prefiero la lectura digital a la de papel. El libro como objeto no me interesa en lo más mínimo, me resulta incómodo y poco práctico. Si de lo que se trata es de leer -no de tener objetos decorativos, ahí sí que reconozco la superioridad del libro de papel, pero creo que no estamos hablando de eso- el ebook solo tiene ventajas: me resulta mucho más ligero, cómodo y manejable, me cansa menos la vista -puedo poner un tamaño de fuente que ya me gustaría tener en muchos libros de papel con los que me dejo los ojos- y además puedo tener miles de libros de forma gratuita...

    2º Como lector favorito, me decanto por el ipod touch + stanza. Para mí es el tamaño ideal. Los lectores de tinta suelen ser demasiado grandes, a mi juicio. La ventaja de que con ellos se puede leer mejor en el exterior es cierta, pero es que yo no suelo leer en el exterior...

    ResponderEliminar
  2. Estimado Plans... Ide, perdón:

    A cada cual, lo suyo.

    Lo cierto es que yo también leo con mi PDA Palm TX, que es un desastre al aire libre y solo vale para lectura en interiores.

    He visto los e-readers y sigo convencido que son mejores lectores de libros... y sólamente eso.

    El punto es si con "solamente eso" te quedas contento o si necesitas algo más y el e-reader se queda corto.

    Yo, por ejemplo, aunque ya tengo un par de aplicaciones de lectura multi formatos en mi smartphone (una de ellas hasta se conecta directamente a las bibliotecas digitales) el hecho es que mientras no pueda traspasar y sincronizar exitosamente mi calendario, contactos y tareas al smartphone, seguiré con la PDA manejando mis datos y leyendo e-books.

    Como tú: es lo que me sirve, y con eso estoy.

    Saludos,

    [INCANUS]

    ResponderEliminar
  3. Srta Tania:

    He leído su invitación en los comentarios de este artículo... y en los de cientos de blogs que encontré en Google, usando su correo como criterio de búsqueda.

    Son blogs a los que usted envió la misma invitación, blogs que ni remotamente tienen algo que ver con la temática del mío.

    Así pues:

    1. Paso su comentario a SPAM
    2. Declino responderle por correo
    3. Respondo en cambio por este medio y explícitamente exijo no ser incorporado en el directorio de webs/blogs que usted lleva u otro cualquiera sin mi previo consentimiento.

    Atentamente,

    [INCANUS]

    ResponderEliminar
  4. Por cierto, para los demás lectores de mi blog:

    Estoy muy contento con mis lectores, que crecen o no según si lo que escribo les gusta o deja de gustarles.

    Si alguno de ustedes desea enlazarme en su blog, es por supuesto libre de de hacerlo, pero idealmente prefiero que me consulten antes de hacerlo.

    Con eso me basta.

    Atentamente,

    [INCANUS]

    ResponderEliminar
  5. Yo también me quedo con el iPod Touch y Stanza... de hecho, el comentario respecto a la tinta electrónica, que lo he visto en varias partes, nunca me ha convencido... el iPod es fácil de llevar, además que permite leer además de libros, comics (y esos aún me gustan :) y es a veces casi peor que leer el código da vinci :) )... de hecho, he visto el iPad y he podido leer un rato en él, y debo reconocer que eso de cansancio a la vista es en parte mito (también he visto el kindle con una tinta algo azul que no, no me logra convencer)

    ResponderEliminar
  6. Don Alejandro:

    Yo leo en pantallas sin tinta electrónica por que no me queda otra y funciona "cómodo" sólo en interiores.

    A mi me gusta leer en exteriores, pero, vamos a ver: brillo, intensidad de la luz, reflejo de la luz ambiente... todo eso lo resuelve la tinta electrónica y no ha sido resuelto aún en forma satisfactoria y comprensiva en las pantallas de otros dispositivos.

    De que la vista se cansa más sin tinta electrónica que con, no es cosa mía: conozco al menos 5 personas que han experimentado lo mismo.

    Por último, no olvidemos que la duración de la pila es inversamente proporcional a la cantidad de prestaciones. Si en un iPad puedes leer 4 horas sin tener que recargarlo luego para hacer cualquier otra cosa durante otras 4 horas... es que ya lo tenías enchufado al cargador para empezar, vamos ;-)

    Reitero: los iPad pueden hacer de e-readers pero no los sustituyen, tal como un e-reader permite leer muchos libros, pero la lectura de un libro en e-reader no es comparable a la experiencia de leer el mismo libro en original.

    Como siempre ocurre con las tecnologías que involucran los sentidos (teatro -> cine -> video, concierto -> disco -> mp3, cocina hogareña -> restauran -> comida rápida) en el caso de la lectura de libros (o comics, para el caso) se trata de compromisos.

    Cada uno sabe qué le gusta... y en qué está dispuesto a transar para disfrutarlo.

    Saludos,

    [INCANUS]

    ResponderEliminar