La narración nos sitúa al principio de la Guerra Civil española. El protagonista es un adulto de familia acomodada y que se ha hecho algo de fama y fortuna como traficante de armas (entre otras cosas). Eventualmente capturado y puesto a elegir entre el patíbulo y servir al bando republicano de Francisco Franco, Lorenzo Falcó oficiará de espía, agente secreto, asesino... y de cualquier cosa que se le pida, pues en general actúa sin demasiados remilgos a las órdenes de su superior, un oficial de la marina desde Salamanca.
El libro narra precisamente un nuevo encargo que se le ha impuesto: infiltrarse, durante el otoño de 1936, entre las filas del bando rebelde y rescatar de la cárcel de Alicante a José Antonio Primo de Rivera, preso del bando Nacional. Para ello, Falcó deberá contactar a los hermanos Montero y Eva Rengel y ganarse su confianza con las armas eternas de tales lances de traición y subterfugio: probar su valía y lealtad, hacerse su camarada, amigo y (en el caso de Eva) algo más; lo que haga falta para llegar a su objetivo y rescatar al prisionero.
El relato sigue los lances propios de la novela de espías, con aventuras, mucha acción (encubierta y no tanto), con los entresijos de los servicios de inteligencia de varias facciones, enfrentadas o no, pero con dos agregados importantes y distintivos.
Lo primero es la ambientación, muy correcta dada la rigurosa investigación histórica del autor, que ya había escrito anteriormente un extenso ensayo sobre el tema.
El segundo elemento es el propio Falcó, que ve la realidad y sus propias acciones con un prisma en extremo cínico y falto de toda moral o escrúpulo. No se trata de un personaje psicópata, pero en efecto desapegado de cualquier noción del bien o el mal: para Falcó, aquello que le permita seguir gozando de la buena vida tendrá como único precio lo que haga falta para pagarse sus gustos... y continuar vivo para disfrutar de ello. No tiene otro país o lealtad que sí mismo, ni tampoco horizontes ni planes más allá del presente inmediato.
No deja de ser curioso y atractivo, en cuanto a bribón, este James Bond "a la española": su personalidad y sus tropelías consiguen mantener el interés del lector, ya que aunque Falcó sea un sinvergüenza contumaz, es por lo demás del todo eficaz y con una sangre fría a toda prueba: no se cree invulnerable y no es cobarde, pero carece de todo heroísmo o motivación más noble que su auto preservación. Semejante juego de equilibrio en la cuerda floja y la tensión que genera puede ser fascinante... cuando no derechamente aterrador.
Lectura muy recomendable para entretenerse y acercarse (de manera superficial, es cierto) a un período muy turbulento de la historia de España. Ahora bien, si el lector está buscando personajes que lo inspiren y le sirvan de modelo de conducta o de ética, no recomiendo este libro excepto como muy mal ejemplo...
Buena reseña, vamos a buscar este libro. Gracias!!!
ResponderEliminarEntonces, ojo con esto:
ResponderEliminarhttps://incanus-escritorio.blogspot.com/2021/03/e-books-nuevas-bibliotecas-en-linea.html
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