jueves, 11 de octubre de 2007

Roma Sub Rosa

Continuando con las reseñas literarias, en esta ocasión le toca el turno a la serie Roma Sub Rosa, de Steven Saylor.

Ambientada entre los últimos años de la República y los primeros años del Imperio, la serie narra los casos detectivescos de Gordiano, apodado El Sabueso, que de una u otra manera se ve involucrado con grandes personajes y sucesos de la Roma Antigua: Cicero y sus primeros casos legales, la rebelión de los esclavos liderada por Espartaco, la conjura de Catilina, el lento ascenso y tragedia de Julio César y muchos otros: Sulla, Marco Craso, Catulo, Pompeyo ...

Siendo novelas de misterio policíaco, su ambientación histórica y la caracterización de sus personajes han sido ampliamente reconocidas por su rigurosidad y autenticidad; no sirve en verdad para estudiar historia, pero la perspectiva personal de Giordano, su escepticismo y sus reflexiones sobre el destino de Roma, contemplando desde los hechos más encumbrados a las tropelías más bajas, son refrescantes.

Historia nuntia vetustatis: la historia es la mensajera del pasado... pero ¿quién escucha el mensaje? A mí, al menos, la lectura sobre Roma Antigua (su historia, su derecho) me ha servido para constatar hasta qué punto no hay nada nuevo bajo el sol, 2.000 años más tarde, ya sea en política, moral, economía, educación y todos esos temas con que la autoridad de turno trata de vendernos su versión del progreso...

Recomiendo la lectura de esta serie tanto a los que gusten de las novelas policíacas como a los entusiastas de la historia en general y de Roma Antigua en particular. Son novelas fáciles de conseguir, incluyendo ediciones traducidas al Español: una vez más, interesados con problemas para conseguirlaa (por ejemplo, si viven en Chile y la disyuntiva es comprar libros o comer y vestirse...), contactarme en los comentarios de este post.

P.D. A los cristianos esto de "2.000 años más tarde" puede no gustarnos mucho pero, ya que viene al caso, recuerden que Lata culpa est nimia negligentia, id est non intelligere quod omnes intelligunt, que además Magister est prioris posterior dies y que, por último Lex non est imponenda aliis ab eo qui ipsam negligit observare (no traduzco, vean aquí... y saquen sus propias conclusiones, cristianos o no, sobre el progreso del hombre).

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