sábado, 26 de febrero de 2022

Ríos de Londres: misterio y magia a orillas del Támesis

En esta oportunidad comentaré el libro "Ríos de Londres" (Rivers of London) del autor inglés Ben Aaronovitch.

La acción nos sitúa en la ciudad de Londres, donde Peter Grant desempeña su labor como agente de la Policía Metropolitana. Su vida personal y profesional transcurren más o menos normalmente hasta que se ve involucrado en un asesinato en pleno Covent Garden. El caso es singular por las particulares circunstancias en que la víctima es atacada... y porque el principal testigo material del hecho es un fantasma.

A contar de ese momento Peter entrará en contacto con una particularísima rama de la policía llamada "La locura" (The Folly), a regañadientes reconocida y con estatus discretamente oficial, que se hace cargo de todos los "casos raros" relacionados con lo paranormal: un departamento que desde la Segunda Guerra Mundial está conformado por el único mago oficialmente sancionado de la corona británica, superviviente solitario y en activo de una moribunda orden de magos formada por nada menos que Isaac Newton.

El agente Grant conocerá en el curso de la investigación múltiples e insospechados aspectos de su ciudad, de Gran Bretaña y del mundo en general, perspectivas de las que muy pocos están enterados, aunque estén "ocultas a plena vista". Deberá, pues, aprender a lidiar con el delicado equilibrio que existe entre la sociedad mundana y toda una gama de seres que, aunque viven en "nuestro" mundo, tienen sus propios intereses, problemas y conflictos: líos que, de tanto en tanto, amenazan "la paz de la Reina".

Las pesquisas del asesinato terminarán por enfrentar a Peter con un antiguo espíritu, maligno y vengativo, que está sembrando el caos en Londres. El agente Grant tendrá que hacerle frente a este adversario con su entrenamiento como policía y también con lo que empieza a saber de la "magia newtoniana", ya que sus superiores han determinado que sea aprendiz de mago para la policía, el primero del que se tenga noticia en los últimos cincuenta años...

La novela se lee como una novela procedimental tradicional con muchos toques de humor (inglés, claro está) y un sin fin de situaciones curiosas, fascinantes y a veces aterrorizadoras, ya que el mundo de la magia se nos presenta como algo no siempre sencillo, pacífico ni ordenado. Los miembros de esa comunidad a menudo no están de acuerdo en todo y ello dará lugar a varios encuentros y anécdotas, algunas cómicas y otras no tanto: momentos peliagudos en los que el agente Grant deberá actuar como consejero, mediador, policía... o lo que haga falta.

Peter, pese a su estatus de novato y la desconfiaza de la mayoría de sus colegas y superiores, intentará ser fiel a su trabajo como policía comunitario, su juramento de Poder como mago, sin distanciarse de su familia o de sus amigos... que se dice pronto.

Estamos frente a un excelente relato policial, cuyo enfoque fresco y original (como pocos) hará de las delicias de los aficionados, los que encontrarán aquí todo lo que se espera del sub género inglés, con las revelaciones y giros de tuerca habituales... además de muchas sorpresas que harán que el lector disfrute lo suyo con las aventuras y desventuras del detective Grant, teniendo como telón de fondo esa maravilla urbana que es Londres: sus calles, sus gentes, sus mil y un rincones; y por cierto sus ríos, que en este relato tienen su propia personalidad (y no es una expresión).

Una más que recomendable ficción de misterio, especialmente si al lector le desagrada que el caso, al final, se resuelva casi por arte de magia... 

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